|
|
| Presentación del seminario |
|
|
| Presentación del seminario |
| EL EXTRAÑO VIAJE |
Si la carrera como actor de Fernando Fernán Gómez está ya bien arraigada en la memoria del cine español, su trayectoria paralela como director sigue siendo solo parcialmente conocida, incluso muchas veces ignorada por el gran público. Sin embargo, nadie puede poner en duda a estas alturas que su labor como cineasta es una de las más atípicas, imaginativas y sorprendentes en la historia de nuestro cine. Entre esa nómina de títulos que llevan la rúbrica de Fernán Gómez sobresale especialmente El extraño viaje, un film ignorado en su día y hoy considerado como uno de los mayores logros del arte cinematográfico nacional. Una película en la que Fernán Gómez prefirió no colocarse ante la cámara, quizá para desplegar con mayor concentración una mirada, comprensiva y distanciada a la vez, hacia sus personajes utilizando las herramientas de un cineasta de primera categoría.
Pocas películas en la historia del cine español concentran en tan poco espacio (la plaza de un pueblo) y tiempo (unos apretadísimos noventa minutos) tal variedad de registros, tal gama de colores y matices, una visión tan caleidoscópica y certera de las alegrías y miserias de todo un mundo. Igualmente diestra a la hora de hilvanar una intriga policial (en su versión, tan nuestra, del crimen rural) que de evocar las atmósferas tenebrosas del cuento gótico, la inabarcable cinta de Fernán Gómez lanza también afilados dardos contra la sociedad de su época y se erige en uno de los más acerados testimonios de los sueños y pesadillas de la España franquista. Pero en ella hay también hueco para el sainete sangriento, la zarzuela paródica, el más hiriente humor negro o la reelaboración del tradicional coro griego mediante la oportuna inclusión de los paisanos y cotillas de pueblo. Obra, por todo ello, irrepetible, perfecto ejemplo de un cine que puede ser cruel y nada complaciente, pero que también hace gala de un compasivo apego hacia unos personajes cuyos actos no son más que lógica consecuencia de aquello que los une, su eterna condición de víctimas. Nuestro homenaje no es sólo un gesto cortés hacia una figura clave del cine español, sino la reivindicación de una gran película que no ha perdido ni un ápice de su virulencia. El extraño viaje, bajo su apariencia ligera y socarrona, se remonta a las alturas de la tragedia, una tragedia a la medida de la sociedad en que hizo su aparición una película tan inclasificable e indómita como esta.
|
| Roberto Cueto |
|
|
|
|
|
